En el marco de la octava sesión del trabajo de “Coyhaique, la Ciudad que Queremos”, sus integrantes conocieron los resultados de la consulta ciudadana realizada a fines de mayo, y participaron en un taller para analizar cómo se transformará la capital regional en el mediano y corto plazo.

Tras más de ocho meses de trabajo, la hoja de ruta que guiará la construcción del Coyhaique del centenario comienza a tomar forma. En la última sesión del trabajo liderado por Corporación Ciudades junto a la Cámara Chilena de la Construcción local, se realizó un taller de imagen objetivo para definir cómo los habitantes esperan que sea su ciudad.

Considerando el clima de la Patagonia, se definió contar con espacios que puedan refugiar a las personas del viento y la lluvia, evitando grandes explanadas o corredores que aceleran el viento, que utilicen materiales cálidos como la madera, sólidos como la piedra, pavimentos permeables que favorezcan la infiltración de aguas lluvias y disminuyan la escarcha.

“Estamos felices de poder dar este paso en la creación de la imagen objetivo de la ciudad. Si bien aún falta para la definición final, ya vemos ciertos aspectos que incluiremos en la hoja de ruta para crear un Coyhaique del que todos sus habitantes estén orgullosos y puedan vivir la ciudad, aprovechando todas las bondades que ofrece”, aseguró Martín Andrade, director ejecutivo de Corporación Ciudades.

En la imagen objetivo propuesta la naturaleza debiera tomar mayor protagonismo, lo que considera no sólo una imagen más verde, sino que todas las intervenciones deben integrar este ámbito en sus construcciones. De esa manera, por ejemplo, los colores y materiales deben estar en línea con la naturaleza, privilegiando el paisaje verde por sobre las construcciones.

Con lo anterior, se espera integrar a la ciudad con la naturaleza de la Patagonia, con el objetivo de que las personas puedan interactuar con el medio donde viven, disfrutar de los paisajes naturales y aprovechar para realizar actividades al aire libre, cuando el clima lo permita, considerando el acceso a los ríos y cerros.

“Actualmente Coyhaique es un espectador del paisaje que lo rodea, solo lo mira, pero no lo toca. Nadie podría decir que es una ciudad de orilla de río, en que se vive y se conecta con él, a pesar de estar rodeada por dos afluentes. Esto es una de las grandes señales de alerta, que debemos cambiar este paradigma, que es urgente entendernos como un todo con nuestro entorno natural, debemos dejar que la naturaleza entre a la ciudad y sea parte de nuestro diario vivir, que nos ayude a respirar, a jugar y recrearnos con ella, dentro de la ciudad, no afuera”, explicó Juan Carlos Urzúa, miembro de la Cámara Chilena de la Construcción de Coyhaique, quien también es parte de la Mesa de Visión de Ciudad.

Finalmente, se constató la necesidad de que las calles sean espacios múltiples integrados, donde las ciclovías y veredas peatonales sean consideradas, para facilitar la movilidad activa de las personas. En ese sentido, los integrantes de la mesa destacaron la importancia de contar con pavimentos diferenciados según el tipo de uso, soterramiento de cables, iluminación, arborización y puesta en valor fachadas patrimoniales.

En la jornada también se dieron a conocer los resultados de la consulta ciudadana, donde más de 2.100 habitantes de la capital de Aysén, priorizaron las 40 iniciativas que se seleccionaron para lograr una ciudad con mejor movilidad, respetuosa con el medioambiente, con un desarrollo urbano integrado y que rescate la cultura local.